viernes, 18 de enero de 2008

Artículo 1. Isabel Higuera

Artículo de Isabel Higuera Gotor
Perteneciente a La Casa Amarilla Asociación Cultural, Barcelona, España
Perteneciente a la red Xarxa Groga, red iberoamericana de instituciones que trabajan con niños y jóvenes a través de la cultura, las artes y los procesos creativos.

Previamente a las Segundas Jornadas Internacionales de la Xarxa Groga, en el Circo Escuela El Coreto, tuve la gran oportunidad de conocer un proyecto cultural y social que se halla en sus inicios pero del que se vislumbran grandes notas de lo que puede llegar a ser en breve. El Grupo Cultural Cruz del Sur.

Buenos Aires, ciudad que habría descrito como majestuosa, imperial y cautivadora, amante del tango, la milonga, las artesanías y el buen comer siempre me dejaba un no se qué en su mirada, un cierto aire de tristeza observado entre el rápido ir y venir de sus gentes activas, en las madres de mayo y la celebración del 1 de mayo que me decían que lo visto no era todo lo guardado y lo existido.

El azar hizo que encontrara a Damián a través de una conocida en común, que pronto puedo decir llegó a amiga por su ayuda y apoyo. Junto a Damián como guía e instructor de filosofías fui descubriendo un submundo totalmente ajeno a mi primera semana de estancia en Buenos Aires. Tras una gran charla con Damián sobre el sistema de gobierno porteño basado en la imagen y apariencia de unos pocos, me cercioré del abandono de los suburbios y sus gentes por parte de la administración y de la inoperancia de los servicios sociales y educativos.

Nos acercamos a la zona sur, recorrimos todas las paradas y tomamos un segundo “tren” con vistas a una de las zonas más desfavorecidas del Gran Buenos Aires, Villa Soldati. Llegamos al Barrio Los Pinos lleno de chavolas de cartón, latón y poco cemento donde es imposible imaginar cómo contener el frío, sin luz ni agua, calles sin pavimentar llenas de barro, excrementos y basura. Ancianos sin atender, niños sin escolarizar y adultos tratando de organizar algo de trabajo de la recogida de escombros, protagonizaban sus calles. Muchos de ellos provienen de otros grandes suburbios o del campo Boliviano, Peruano y Paraguayo.

Los niños se acercaban a Damián preguntando por su regreso, querían comenzar otro mural y llenar de colores y flores la “ciudad” donde vivían como habían hecho junto al Grupo Cultural Cruz del Sur. Los adultos pedían el dibujo de la Virgen de Cacupé en el muro de sus casas para brindarles suerte y protección. Fui presentada a una mamita de los Pinos que organiza las chocolatadas para los niños los días de murales. La visita de esa villa me impresionó por la bondad y tranquilidad de sus gentes y por las condiciones de extrema pobreza en las que se hallaban, todavía no logro comprender como consiguen pasar los inviernos y alimentar y proteger a los suyos de enfermedades, adicciones y violencia. No fotografié nada, lo hallé ofensivo y agraviante, esperemos que en breve haya motivos para mostrar las mejoras en infraestructuras y los nuevos colores de Cruz del sur.

Quedamos para otra visita y nos encontramos de nuevo a primera hora de la mañana para realizar otras visitas a otras villas donde Cruz del Sur realiza actividades. Visitamos la Villa de Barracas próxima a Villa Soldati y Damián y Roberto realizaron los talleres dentro de la iglesia donde la creatividad y los colores triunfaron.

La escuela es cedida por el párroco tras previa charla con Marcelo, líder social de la comunidad muy implicado en los proyectos artísticos y comunitarios del barrio. Las madres de la Villa preparan un delicioso chocolate para la merienda.

Se les enseña a pintar y dibujar pero también a compartir, a apreciar las obras de los otros, a guardar turno, a respetar al otro a no pegarse y a disfrutar de la cultura y los procesos artísticos. Como bien dice Damián aquí el único que grita soy yo, porque los que gritan son feos! Así que entre risas e ilusiones van todos coloreando sus dibujos y realizando en el exterior, el mural de la iglesia. Ha pasado rápido la tarde del domingo y todos han colaborado y realizado bellas obras que llevan a sus casas o se regalan a los colaboradores externos del proyecto.

Ya en la noche, visitamos la Villa 21 donde el padre Pepe hace una fantástica labor con todo el barrio a nivel social, interactivo y comunitario y donde está promoviendo el arte mural con la ayuda inestimable del Grupo Cultural Cruz del Sur. Conozco a Flavia la última integrante referente del grupo que habla de proyectos futuros para conseguir un local donde poder tener un centro de operaciones y actividades.

El proyecto Grupo Cultural Cruz del Sur avanza con energía. Recientemente han conseguido un local base donde poder organizarse. Ahora sólo falta que los recursos vayan entrando poco a poco y que las colaboraciones de jóvenes y talleristas se sumen para poder brindar oportunidades a todos.

Quero destacar la inestimable ayuda de Marcelo, gran colaborador en la villa de Barracas, de todas las madres de las diferentes villas que se encargan de los chocolates y meriendas. De Tere Bertran capaz de organizar un grupo de apoyo que puede brindar recursos y una continuidad al proyecto. Del Padre Pepe por su confianza y apoyo al Grupo Cultural Cruz del Sur. A Damián, Flavia y Roberto, toda la suerte del mundo en este proyecto que empieza y que tiene aires de crecer y sostenerse en el tiempo. Ánimo y mi más sincera enhorabuena por los progresos!

Días de visita a Grupo Cultural Cruz del Sur: 6, 7 y 8 de mayo
Iniciador e ideólogo del proyecto: Damián Pascual Capola, técnico operador en adicciones.
Tel. 01.11.563787131- e-mail chpeloza@yahoo.com.ar
Principales referentes del Grupo Cultural:
Flavia Patricia Barreiro, profesora de Historia. Tel. 01.11.554755896 - e-mail serendibis@yahoo.com.ar
Roberto Javier Rodríguez, retratista y artista plástico. Tel. 01.11.566220110

Otros integrantes son: Mario Aguilar, músico. Miguel Aguilar, profesor de música. Miguel Ángel Morata, escritor. Diego Vázquez que realizan talleres especiales junto con 10 adolescentes más.

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